Los del “Botxo” nacemos donde queremos y Miguel quiso hacerlo en Fernando Poo en 1938.

Empezó a jugar en en la Universidad de Deusto y Daucick, entrenador del Athletic por aquel entonces, decide incorporarlo al equipo.

Estuvo entrenando con el equipo durante un mes aproximadamente, incluso llegó a diputar un partido amistoso con su camisola, precisamente contra la S.D Indautxu, metiendo un gol a Jose Mari Cobo.

Pero eran otros tiempos, nos llamaban el “Atletico” de Bilbao por decreto dictatorial y el haber llorado por primera vez en Bizkaia, era condición “sine qua non” para vestir la camiseta del Athletic, y Miguel, como Pereda, Ríos o Gárate, no lo habían hecho. Por esta razón y no otra, como que por su piel “charol brillante” llego algún cursi a decir.

Los de Bilbao nacemos donde queremos y somos del color que nos da la gana. Y Miguel quiso nacer en la isla de Bioko y ser negro como el carbón.

JONES futbolista de larga zancada, golpeo seco, potente salto y capacidad de entender este juego que le permite jugar desde delantero centro a central, medio u extremo, tras un breve paso por el Barakaldo, recala en el Indautxu en la temporada 57-58.

Llega al equipo de los Cobo, Eusebio Ríos, Txus Pereda, Sasía…,  con el mítico Rafa Iriondo en el banquillo logrando un más que meritorio cuarto puesto en segunda división.

Pero es la siguiente temporada (58-59), y pese al traspaso de Cobo, Ríos y Pereda ( al Sevilla, Betis y RealMadrid respectivamente ), cuando el Indautxu queda a un paso del ascenso a primera división, solamente superado por el Valladolid y el Sabadell.

Esta brillante temporada lleva a Miguel a ser traspasado por 400.000 pesetas al Athletic sucursal Madrid ya convertido en Atlético de Madrid, donde JONES se convierte en leyenda colchonera logrando una liga(65-66), tres Copas(60,61 y 65) y una Recopa de Europa(62). Siendo la temporada 61/62 la mas brillante, anotando 13 goles en liga superando al mismísimo Di Stefano.

En la temporada 66/67 recibiría una importante oferta de Osasuna (900.000 pts de la época), donde acabará su carrera profesional.

Miguel volvió al Indautxu para realizar labores de delegado, directivo, entrenador y hasta masajista.

«Miguel JONES, cojones, no Yones».

Gracias por todo, Miguel.

By: Uno que te admira, respeta y quiere.

 

 

 

 Foto: Guillermo Zabala